Murmura el viento,
cual huella profunda,
como ley antigua...
Asiento toma la prudencia,
observa y señala...
Ingenuo caminante
acierta y tropieza,
con la trenza tejida
de azules susurros...
Amante mío,
sé el murmullo antiguo,
el imprudente caminante,
el asiento de la cordura,
desencadena la vibración intensa...
Protégeme de ti...
Me ha encantado este poema, y su final "protégeme de ti..." me ha llegado al alma. Impresionante!!
ResponderEliminarUn abrazo muy grande majete!
el viento lo trae de vuelta.. te susurra anecdotas.. te habla de el... te mantiene atent@....
ResponderEliminarbesos
Bellisimo... pasaba a saludar y me llevo este hermoso poema.
ResponderEliminarGracias
MentesSueltas
Me gusta ese poema *¬*
ResponderEliminarBreve pero profundo
"ingenuo caminante, golpéate y date fuerte, luego levantate y mira la sangre en tu cara, ve donde está tu amante... ella te salvará, protegela por favor".
ResponderEliminarLo siento, no me pude contener.
Saludos... un beso
Jejeje... Has desgraciado al caminante, le dejaste mal herido, ¿alcanzará su vida maltratada para llegar a la amada? Sí que necesitará protección el amante...
ResponderEliminarHas cambiado de mano?... Atrévete!!!!