Tres puntos

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¿Qué puede decir de sí,
el viento que a la brisa nocturna provoca?

¿Qué puede suceder
si el sonido de tus pasos llega a ser tangible?

¿Dónde atesoro la arena
en que se convirtió tu ausencia?

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De sueños y espumas...

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Las palabras desaparecen,
transformadas en espuma
e inundan los sueños.

Afligir con silencio,
y vaciar a la nada.
Cada sombra reclama
los obsequios de la palabra,
sólo los naipes cortan espacios excesos satisfechos.

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Era rojo...

...

Esta noche, soy yo...
bordes rojos, soy yo...

Te dejo el espacio,
los susurros intranquilos
y la piel del metal.

Desliza un ramo de silencios,
impide al espejo beber mis colores,
ampara la gracia e impide la brisa,
tu luna roja, copa inconstante.

...

Sin café...

Coloca puentes sobre cada valle
de frente al viento y a contraluz...

Olvida la arena bajo la sombra
y los dobleces sobre el mantel...

Derrama el néctar jamás prohibido...

y...

cualquier palabra se convierte en roca,

cualquier sonido es proyectil que hiere,

sólo el silencio transmuta el velo

y la espera en llave del porvenir...


No hay manzanas, trigo, pequeñas manos, voces; faltan las frases, la risa y el café. Los paquetes de palabras pierden el rumbo. Se acumulan en el fondo. Y la ausencia se prolonga. Luciérnagas son los recuerdos de tí. Viven sin mí, en mí, de tí.

Palabra...

Que las palabras pudieran usarse sólo una vez...
después no servirían para más...


Un diccionario infinito,
un continuo añadir términos...


Resulta en que cada uno es una palabra...
soy presencia.

NO ES NADA DE TU CUERPO

No es nada de tu cuerpo
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.

No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo en que bebo.

Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.

No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.

Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.

No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento.

Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.

Jaime Sabines

Trozo de vida ajena...

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Esto: En la madera está en esencia el fuego despierta la imaginación...

¿Qué esencias guardan las cosas?

Casi todas guardan fuego, y cada una su propia esencia.

Viento, arena, noche, follaje... contienen sombra, aroma, caricia y danza.

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Bordes . . .

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... los rincones del Universo enredar en esta esquina,
de la copa servir amanecer y dos sonrisas...
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... decanta la escarcha el silencio y las batallas,
lozano motivo de lo humano...
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... defecto perpetuo de la gracia,
fenecer ante la ofensa del anhelo...
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Uno más... uno menos...

Mañana es de pastel y fiesta,
amigos, globos en cordel,
abrazos y grandes deseos.

La lista crece, agoto recursos
y sólo pido...

¡Sé feliz!

Ayer . . .

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Ayer olvidé tu nombre.
Eras imagen, viento y sombras.

Ayer olvidé tus manos.
Eras fuerza, caricia y lluvia.

Ayer olvidé tus pasos.
Eras sendero, regreso y canto.

Ayer olvidé tu olvido.
Eras orgullo, soberbia y brío.

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De verbos y pretérito...

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Até un hilo negro al tornillo que sostiene a la locura atada a la cara de la luna... guardé la noche en una bolsa de papel... gasté los sueños en vidas imaginarias... jugué con los restos de la caja de cereales... obtuve un viaje sin retorno lejos de tu abrazo... y aún espero...
que cada extremo se transforme en gozo...

Olvida locura, sueño y abrazo...
Recuerda gozo, resto y retorno...

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Me faltó tu mano...

... y todo tú.

¡También te extrañé!

Nombre . . .

***

Callo tu nombre
en los días claros,
lo guardo en sereno,
lo decanto en invierno...

Grito tu nombre
en las noches grises,
lo arrojo al árbol,
cuando deshoja el alma...

No pronuncio tu nombre
en las tardes lejanas,
mi nunca suena
a dolor, a ira...

¿Alguna vez la culpa nublará la luna?

Alguna vez pronunciaré en la lluvia y
el corazón en gritos, morirá en tu nombre.


*

Amole. . .

El paisaje cual cortina de papel antiguo se ha resquebrajado,
grietas del tiempo surcan en cualquier dirección...

Perdidos los colores, fundidos en triste monotonía
transmutan papel y formas en arena del reloj eterno...

Extraño la persona que soy en tu presencia...
Recuerdo el vaticinio... Nada es para siempre...
¿Te extrañaría? ¿Olvidaría?
Arrastro el corazón... ensucio el apellido jajajajaja

Tienes un poco de... ¿amole?

Estoy... sólo porque sí.

Estoy triste...
sólo porque sí.

Quizá mañana descubra nuevo color
al levantar una manzana,
o al abrir el libro aquel...

Tal vez, arribe una sonrisa
cual ave mensajera,
siempre de tí...

Ojalá, camino del norte
encuentres mis senderos,
sólo porque sí.

¡Sh!, hoy sin sonrisa
y mañana feliz.

Elige el contexto...

...

... aún tengo tiempo...

... te he extrañado...

... olvidé la llave...

... no sucedió...

... miente el viento...

... piedra de fuego es mi corazón...

... nos queda mucha guerra...



...

No creí escribiría tanto...

Pensé que ella me acompañaba, luego descubrí que me guiaría a tí con sus frases apresuradas... caminar para encontrarte me era todo un reto... ella casi corría y yo disfrutaba cada paso... ella me apuraba y yo deseaba callara... levanté la cara al cielo, me bebí una buena parte sólo en un respiro... indudablemente, fui dos personas... ella emulaba a la parte de mí que en veloz carrera quería llegar y yo era el extremo del quiero pero a mi paso, me sentía tan fría y nerviosa... ja!
Verte me hizo sentir tranquila, abrazarte fue delicioso... ese momento es mi preferido de toda la semana anterior... y de muchos meses por delante.

En cuanto a los intercambios de frases... ella llegó a decir que no quería estar de más entre nosotros, dije que a ella le prometí la foto y eso tendría, que tú eres una gran persona como para sentirte incómodo por su presencia... cuando le dijiste que te gusta hacer experimentos fue como ver moverse la superficie de aguas profundas, oscuras, un movimiento que hipnotizaría de proponértelo...

A tí... ¿cómo te ví?... te ví precioso... sabes cuánto te quiero... mis nervios me enfrían, tocarte tan cálido fue delicioso, ya lo dije antes... cuando hiciste preguntas después de que ya había hablado por horas, me dije "genio y figura" serás... aunque no hubo tiempo para extenderse y dudaba que escribiría tanto como para hacerte saber... sí, sí pensé en que sería un juego muy disfrutable, a lo cual te adelantas y haces lo que no imaginaría... de verdad, fuiste fantástico... te disfruté una barbaridad... sabías que lo estaba haciendo... soy la predecible...

En los últimos tiempos he permitido a mi mente que vaya a tal velocidad que no reflexiono mucho sobre los haceres y consabidos... tu presencia y palabras sembró ideas, enfocó a otros rumbos que he abandonado... pero ya lo sabes, no haces ni dices sin intenciones... las respuestas serán mías, tus estímulos sólo mueven lo que hay...sí que lo sabes...

Te abrazo con mucho cariño... no creí escribiría tanto...

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Vaciarse del hielo y el fuego...
Andar el sendero nocturno que asciende...
Sonreir al viento tibio,
percibir la vida, la promesa...

Deja las manos sobre la tela
que cubre la mesa
con un banquete a la espera...

Piedra y escalera...

Salvaje amigo, compañero...
Olvidas el recuerdo del futuro,
abandónate un instante al destino.

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No... tú...

Negar que te extraño, es mentir...

Ignorar los anhelos, es mentir...

Trazar senderos para volver, es mentir...

Una verdad me queda...

La esperanza de la promesa...

La palabra entregada y tomada...

La expresión en tu rostro...

Y tus manos...


¿Será que te amo aún más que ayer?


No sé...

Dime tú...

Ausencia . . .

...

Hoy... salí a buscarte. En aquel dintel... sólo la sombra del viento encontré.

Enredé el alma entre cordones

¿Dónde las huellas, cómo volver?