Esperar dos minutos fue un tormento.
Evité pensar, si llegaba a hacerlo huiría.
Ejercité sobre papeles pequeños, caligrafía minúscula.
Dejar las igualdades inconclusas iniciaría el caos.
No escuchar los pensamientos.
No escuchar los pensamientos.
La engañosa calma de la superficie que oculta las turbulencias profundas.
Imaginar que no sucedería fue tranquilizante.
Llegaste.
Otra oportunidad tomada.
Muy intensa tú.
ResponderEliminarcasi místico
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