Madrugadas que jamás terminan...
Qué importa...
Los recuerdos aquí están...
Aquí estoy, con la sonrisa fingida...
Sin la mitad de mi vida...
Un cigarrillo ha caído en tu soledad...
No te prometo amor eterno, porque no puedo...
Acorralado entre paredes...
Y sólo quieres que vuelva la tranqulidad...
Para que no nos duela el alma...