2 de febrero de 2010

Sin café...

Coloca puentes sobre cada valle
de frente al viento y a contraluz...

Olvida la arena bajo la sombra
y los dobleces sobre el mantel...

Derrama el néctar jamás prohibido...

y...

cualquier palabra se convierte en roca,

cualquier sonido es proyectil que hiere,

sólo el silencio transmuta el velo

y la espera en llave del porvenir...


No hay manzanas, trigo, pequeñas manos, voces; faltan las frases, la risa y el café. Los paquetes de palabras pierden el rumbo. Se acumulan en el fondo. Y la ausencia se prolonga. Luciérnagas son los recuerdos de tí. Viven sin mí, en mí, de tí.